La inestabilidad emocional en adultos se caracteriza por la aparición de cambios bruscos y regulares en el estado de ánimo. Personas muy reactivas a las experiencias de la vida, así como a los acontecimientos externos. Por este motivo, reaccionan de manera exacerbada ante lo que les pasa. Pero este desequilibrio emocional, afortunadamente, se puede trabajar para controlarlo. A continuación, te dejo algunas pautas.
¿Lloras a menudo y no sabes por qué? ¿Pasas de la alegría a la tristeza sin motivo aparente? ¿Empiezas una tarea muy motivado y no logras terminarla porque tu interés se desvanece? Las personas que padecen inestabilidad emocional viven en una montaña rusa de emociones de la cual no se pueden bajar. Tan pronto están eufóricos como se sumergen en un mar de negatividad.
Para entender en qué consiste la inestabilidad emocional, primero tenemos que diferenciar entre estado de ánimo y emociones. Mientras que estas últimas son más intensas, pero variables, el estado de ánimo es más estable a lo largo del tiempo. Es decir, una emoción puede durar un instante, pero el estado de ánimo se puede mantener a lo largo de varios días. En una persona emocionalmente inestable, este estado de ánimo varía con mucha frecuencia.
Los signos que pueden indicar que estamos ante una persona adulta con inestabilidad emocional son:
- Euforia desmedida.
- Baja tolerancia a la frustración.
- Inconstancia.
- Inseguridad y miedos injustificados.
- Signos depresivos.
- Problemas de autoestima.
Las personas emocionalmente inestables pueden parecer felices, pero en el fondo no son capaces de lograr un equilibrio en su vida. Su incapacidad para terminar proyectos los puede llevar a la insatisfacción en el trabajo, en la vida amorosa, etc. Para evitar que la inestabilidad emocional te impida ser feliz, te recomiendo que:
- Refuerces tu autoestima día a día. Valora tu potencial y empieza a creer en todo lo que eres capaz sin importar lo que piensen los demás.
- Aprende a responder de manera asertiva a las situaciones que te generan miedo o frustración.
- Acepta tus emociones y sentimientos. Las personas emocionalmente inestables evitan estar tristes o enfadadas, porque a veces les llevan hacia formas de actuar que no están bien vistas generalmente. Sin embargo, donde tú ves debilidad, los profesionales vemos aceptación y fortaleza.
- Lleva una vida equilibrada. Cuando nos alimentamos y hacemos ejercicio no solo estamos cuidando nuestro cuerpo. La mente también se alimenta de nuestros hábitos. Procura alejarte del estrés y busca momentos para tu bienestar emocional. La meditación y el yoga son realmente beneficiosos para el organismo.
- Entiende que la vida es un ir y venir de sucesos inesperados. No seas tan exigente contigo mismo: el perfeccionismo solo lleva a la frustración, a la ansiedad, así como a la falta de flexibilidad mental.
Si sientes que estás pasando por un momento de inestabilidad emocional que perdura en el tiempo, siempre puedes confiar en los beneficios de la terapia. Ponte en contacto conmigo para más información.